Plantando árboles en el Centro de Recreación de Langdon
De Mariana Boully
El sábado pasado el equipo de Corazón Latino trabajó como voluntario con Casey Trees para plantar árboles. La última vez que yo fui a plantear árboles tenía 10 años y fui con mi escuela como parte de un paseo escolar. A esa edad yo no entendía la importancia de la naturaleza y la conservación del medio ambiente. Mejor dicho, para mí, ese paseo a los 10 años era una excusa para no ir a la escuela.
Mis pensamientos llegando a el Centro de Recreación de Langdon el sábado a las 9 de la mañana eran completamente diferentes. Yo llegué lista para tomar acción contra el cambio climático. Comparado con la última vez que fui a plantear árboles, me presenté con una percepción positiva, pero a la misma vez, con una realidad más oscura. Ya tengo 20 años y ahora entiendo el cambio climático como no lo hacía hace 10 años. El realizar mi práctica con Corazón Latino no sólo ha reforzado en mí la importancia de cuidar Madre Tierra, ahora sé que tengo que hacer mi parte para cuidar el planeta.
Ese día nos dividimos en grupos y cada uno tenía que plantar dos árboles. El primer árbol que me tocó plantar fue en un espacio inclinado con tierra llena de rocas. A pesar de tener más fuerza de la que tenía a los 10 años, traté de hacer mi parte, pero al final fue un esfuerzo de grupo, incluyendo nuestro líder Jack. Lo que me pareció más lindo de todo el paseo era la diferencia en edades del voluntariado más viejo y el voluntariado más joven. Salvar el planeta es tarea de todos y con Casey Trees pudimos hacer nuestra parte pequeña individualmente para crear un evento donde plantamos 70 árboles.
Tree Planting with Casey Trees
By Saveri Nandigama
On Saturday June 8, the Corazón Latino team participated in the Casey Trees planting trees activity in Langdon Community Parks in the DC, Maryland, Virginia area. The event started bright and early at 9 am when over 80 participants came together to plant 70 trees. As someone who has never been to tree plantings before, I was both excited and nervous since I didn’t know what the event would hold for me.
After a quick welcome speech, our team leader showed us how to plant a tree. Although we had many complex tools to work with, the process and the group of people we were with made the event very enjoyable. After planting our first tree, an American hornbeam, we went on to plant another one. The second tree planting went much quicker since we were able to work more cohesively as a team and because we had a better sense of the task at hand.
While planting and watering the two trees, we also had a chance to talk to the other volunteers and team leaders in the area. While talking to them, I began to appreciate the time and effort volunteers consistently put in towards advocacy surrounding climate change. For example, our team leader was an agricultural engineer by profession. In his spare time, he volunteered with Casey Trees as a plant tree volunteer, in addition to being a beekeeper when he used to live in Texas. While planting, we also ran into a small child who helped us plant the tree for a while. Both of these experiences taught me that a passion for the environment stems from an exposure to the environment. I’m excited to continue attending tree plantings, however I’m even more excited to work to expose others so that they will also become passionate about actively caring for the environment.