Durante este evento, el cual fue posible gracias a la coordinación de esfuerzos del U.S. Forest Service, Corazón Latino, Potomac Riverkeepers, Hispanic Access Foundation, North Bay Adventure, Park Rx America, Unity Healthcare, Buffalo Soldiers, se realizaron distintas actividades de integración que brindaron a los asistentes nuevas formas de acercarse a la naturaleza y convivir en espacios abiertos.
Una de las actividades que permitió que las familias desarrollaran la capacidad de trabajo en equipo, fue el rafting. A través de un viaje en balsa en el río Shenandoah, el primer reto a lograr fue mantener el equilibrio al subir a la balsa, seguido de aprender a observar y coordinar el ritmo de cada participante para remar y avanzar hacia un destino común. Además, durante estos recorridos, se tuvieron increíbles avistamientos de patos canadienses y otras aves que utilizan estos espacios como lugares de descanso en su migración.
Muchos vencieron su miedo de entrar a las aguas del río y a través del esnórquel, tuvieron la oportunidad de descubrir el mundo que crece bajo las aguas del río y se pudieron avistar distintas especies de peces como rasboras, lobinas, ranas e incluso pequeños cangrejos de río. Sin darse cuenta, muchos se involucraron en actividades científicas de reconocimiento de especies y la importancia de cada una de ellas en los ecosistemas.
A estas emocionantes aventuras, se sumaron las actividades de Educación Ambiental que Woodsy Owl compartió con los niños y padres que asistieron al río. Además, los Buffalo Soldiers nos contaron la historia de cómo ellos -un regimiento de soldados afroamericanos- fueron los primeros ‘guardabosques’ en cuidar estos espacios del país, cuando tuvieron la encomienda de proteger las zonas forestales de los incendios. El nombre de Buffalo Soldiers además está estrechamente relacionado a la similitud que los nativos americanos vieron entre el cabello de los soldados afroamericanos y los búfalos.
Esta fue una verdadera fiesta en donde la comida latinoamericana, las risas y el aprendizaje se conjugaron en el Río Shenandoah, para sembrar entre los participantes, la inquietud de realizar más eventos los espacios naturales, en compañía de sus seres queridos.